martes, 22 de junio de 2010

MARIDAJE CON TOQUE AFRICANO

Es muy complicado escaparle al fervor repentino por todo lo africano, como si la cita mundialista nos recordase, como una cadena enviada por mail, la existencia de este continente. Vemos en cada programa su orgullo intacto a pesar de todo, su resistencia, sus colores ensombrecidos por la realidad. Sus caras tristemente alegres, sus frentes siempre en alto.

Entonces, para no ser menos y seguir esta corriente, buscaré un maridaje entre un vino uruguayo con un toque sudafricano, y un autor con raíces en el continente negro. En este último caso, la persona no es conocida principalmente por sus libros, sino por ser el primer presidente negro en la historia de los Estados Unidos.

Barack Obama escribió dos libros, pero hoy me dedicaré a Sueños de mi padre. Una historia de raza y herencia. En él, un hombre criado en Hawai y en Indonesia, hijo de un africano negro y una norteamericana blanca busca un significado a su vida. La noticia de la muerte de su padre (con quien convivió muy poco tiempo) generará una búsqueda de sus raíces que lo llevan a Kenia, país donde se encuentra gran parte de su familia que no conoce.

La bodega uruguaya URUKA recibe su nombre de la conjunción de las primeras tres letras de URUGUAY y las dos últimas de “SUID AFRIKA” (Sudáfrica en Afrikaans), cuenta en su equipo con Riaan van der Spuy, un enólogo sudafricano que brindó su experiencia y conocimiento para que la muy buena materia prima con la que cuenta la familia Lugano se convirtiera en excelentes vinos.

Uno de ellos es el Tannat-Merlot, donde lo bueno de nuestra cepa estrella se ve potenciado con las características de la uva que lo acompaña en esta gran mezcla. Mezcla que se repite en la personalidad que nos presenta Obama a lo largo del libro, donde las costumbres aprendidas por su madre y sus abuelos en Hawai, se suman a las de su padrastro en Indonesia para terminar de redondearse en Kenia con su familia paterna. Este abanico de culturas, creencias y tradiciones dio lugar a una personalidad capaz de romper las barreras de la raza y llegar a lo más alto de la política norteamericana.

La misma raza que él mismo de niño notaba que no tenía cabida en las series que veía, los catálogos que observaba o los personajes más comunes de la cultura popular.

El Tannat Merlot de URUKA (compuesto en una proporción de 70 a 30) tiene aromas complejos con algunos toques de especias difíciles de identificar. Tal vez serían esos mismos aromas que sintió Barack Obama al visitar junto a su hermana Auma una pequeña aldea en el medio de Kenia, donde su padre había nacido y crecido. Hay incluso algunos aromas que remiten dulzura (el apunte de cata correspondiente habla de “aroma a mermelada de frutos rojos”). Esa dulzura se encuentra claramente en los primeros capítulos del libro, cuando ese niño comienza a descubrir la vida (como todo niño), quién es, quién no es y en su inquietud infantil, empieza a cuestionarse determinadas cosas que un niño no tendría que preguntarse. Esa dulzura que está incluso en esos niños que se les dificulta ser niños. Esos niños que describe un compañero de trabajo de Obama en su pasaje por Chicago, mientras trabajaba para mejorar las condiciones de vida de las minorías negras. Ese compañero, llamado Will, dice que “ya no veo niños sonriendo por aquí. Uno los mira, los escucha… parecen siempre estar preocupados, furiosos por algo. No creen en nada”. Por suerte, a pesar de todo, la dulzura siempre está, se trate de un niño a quien le es muy difícil serlo, o de un vino como este.

Su color es rojo rubí, muy intenso y brillante. Hundiéndonos en él podemos ver esas noches espléndidas que Obama descubrió en la sabana africana, lejos de las luces de grandes ciudades.

Es un vino familiar para nosotros, acostumbrados a los sabores, aromas y sensaciones que despiertan o deberían despertar las dos cepas elegidas para esta combinación. El vino tiene eso, llega un punto de intimidad donde se puede esperar determinadas cosas, sentirnos en casa cuando están y perdidos cuando no las encontramos. En realidad todo eso se aplica a casi cualquier cosa, pero particularmente a las relaciones humanas, especialmente las familiares. Obama en un momento, mientras camina en Nairobi, habiendo encontrado sabores y aromas sorprendentes y nuevos (como el orgullo de sus familiares kenianos a pesar de todo, su nueva y numerosa familia de sangre), y otros ya conocidos (como la opresión hacia los negros) se detiene a cuestionarse qué significa realmente la familia “¿Qué es una familia? ¿Es sólo una cadena genética, padres e hijos, gente como yo? ¿O es una estructura social, una unidad económica, la solución óptima para criar hijos y dividirse el trabajo? ¿O quizá algo totalmente distinto: un cúmulo de recuerdos compartidos? ¿Un ámbito de amor? ¿Una pasarela sobre el vacío?" Nada de eso y todo junto. Aquel lugar al que llegamos al cerrar los ojos, al sentirnos bien. O al que queremos llegar cuando nos agobia la oscuridad. Un sabor, un aroma, una sensación. Un perfume, una persona, un libro o un vino. Todo eso nos puede llevar a casa, con nuestra familia, sea cual sea.

Es un vino particularmente especial para compartir, para descubrir y entender de a dos o más personas. Sintiendo el contacto a través del vino, la unión a través del vino. Como señala la etiqueta refiriéndose al Uruguay y a Sudáfrica, pero aplicable al momento específico del disfrute “United by wine”. Unión que Obama logra entender en Kenia, donde lejos de la modernidad y de la tecnología permanece intacto: “el persistente placer de la compañía, la alegría que proporciona el afecto humano”.


En boca resulta gentil a pesar de sus taninos. Agradable como los modales de Obama en Chicago, cuando muchas veces se hacía difícil mantener las buenas maneras, o en Kenia, cuando el entorno golpeaba en lo más bajo de un recién llegado de Norteamérica, quien veía que a pesar de los kilómetros de distancia (terrestres y conceptuales) que existían entre un pueblo y otro, la injusticia seguía siendo igual en todas partes, del hombre hacia el hombre mismo. Pero al igual que el autor descubrió en el camino diferentes realidades que lo hicieron seguir adelante, el pasaje del vino por nuestra boca es suave y aterciopelado, acariciando nuestros sentidos mientras se prepara para darnos un persistente final de boca.

Al igual que queda su sabor en boca, queda en nuestra mente al terminar el libro determinadas ideas del autor, una persona muy compleja e inteligente (condición que es sabido por todos gracias a la historia reciente que no es necesaria para ser presidente de Estados Unidos). Determinadas consideraciones acerca del racismo, del cual el autor es víctima pero también generador en algunos casos. La búsqueda imperiosa de sus raíces, a pesar de no saber muy bien que se está buscando. La nueva familia en contraste con la vieja. Las historias acerca de un padre casi desconocido. La herencia de un instinto de superación continuo. El intentar comprender y describir un país tan complejo como el continente en el que se encuentra inmerso.

Por último, existe otro punto en común, o al menos espero que así lo sea. El Tannat Merlot de Uruka se podrá guardar para dejarlo madurar un poco y disfrutarlo aún mejor. Ojalá que con Obama pase exactamente lo mismo. Que su gobierno madure de una vez por todas, y en un tiempo podamos disfrutar de un mundo mejor.








martes, 15 de junio de 2010

PARA LEER DEGUSTANDO

Hoy prefiero no hacer un maridaje y dejar que un gran autor hable por sí mismo.

En el año 1899 nació en Estados Unidos uno de los cuentistas y novelistas más importantes y emblemáticos de ese país y de toda la literatura anglosajona.

Ernest Hemingway, autor de El Viejo y El Mar, un breve relato que le significó ganar el premio Pulitzer en el año 1953 demuestra en su prosa ser un amante de diversas artes como la música y de pequeños placeres como la pesca y el vino.

En la obra Muerte en la Tarde de 1932 escribe unas cuantas líneas acerca del vino que me gustaría compartir con todos ustedes. Nace de una comparación con las corridas de toros (similitud con la cual hoy, casi ochenta años después y con una gran dosis de atrevimiento no comparto, pero invito a leer), pero a pesar de lo poco feliz de la comparación (insisto, a mi entender) merece ser mencionada por su forma de ver el entrenamiento de los sentidos y del alma.

"desde la primera corrida a que se vaya, el espectador sabrá si le gustan o no los toros, siempre que haya acudido con espítritu libre, dispuesto a sentir únicamente lo que siente en realidad y no lo que cree que debe sentir. Puede suceder que no le gusten en modo alguno, sea la corrida buena o mala, y ninguna razón tendrá fuerza para él frente al convencimiento de que las corridas de toros son moralmente malas. Es lo que ocurre a las personas que se niegan a beber vino, aunque saben que podría proporcionarles placer, porque creen que no está bien beber.

...el vino es una de las cosas más civilizadas del mundo y uno de los productos de la Naturaleza que han sido elevados a un nivel mayor de perfección. Entre todos los placeres puramente sensoriales que pueden pagarse con dinero, el que proporciona el vino, el placer de saborearlo y el placer de apreciarlo, ocupa quizás el grado más alto. El conocimiento del vino y la educación del paladar pueden ser fuente de grandes alegrías durante una vida entera. El paladar, al educarse, aprecia cada vez mejor y el deleite de saborear y conocer un vino no deja de aumentar, aunque los riñones se debiliten, el dedo gordo del pie nos duela y las articulaciones de los dedos se hagan rígidas hasta el punto que, habiendo llegado a su colmo el amor al vino, nos lo prohíban definitivamente.

De la misma manera, el ojo no es en principio más que un instrumento sano; pero luego, aunque pierda fuerza, se debilite y se gaste por el exceso de uso, es capaz de transmitir al cerebro placeres cada vez mayores, gracias al conocimiento y a la habilidad para ver que fue adquiriendo. Nuestro cuerpo se gasta de una manera o de otra hasta el momento que morimos, y yo prefiero tener un paladar que me proporcione el placer de gozar enteramente de un Cháteau-Margaux o de un Haut Brion, aunque los excesos debido a mi aprendizaje m,e hayan proporcionado un hígado que me prohibe el Richebourg, el Cortón o el Chambetin (Chambertin), antes que tener el intestino de uralita de mi juventud, cuando todos los vinos tintos me parecían amargos... El punto importante, sin duda, es evitar verse forzado a renunciar al vino...

[...] Una persona que bebe, no que degusta o saborea, sino que bebe vino por primera vez, aunque no se preocupe de ello ni sea capaz de saborear el vino, sabrá inmediatamente si le gusta o no y si es bueno para ello o no. En materia de vinos, la mayoría de las gentes prefiere al principio los dulces y los vinos espumosos, como el champaña, no demasiado seco, y el Borgoña espumoso, por su parte pintoresca; pero más tarde los cambiaría todos por un vino ligero, lleno y suave, uno de los vinos del Medoc, aunque se presente en una botella corriente, sin etiqueta, sin polvo ni telas de araña y aunque de pintoresco no tenga más que su honesta delicadeza, la ligereza de su sabor en la lengua, la frescura que deja en la boca y la entonación que deja en el cuerpo cuando se ha bebido."

Creo y repito que a pesar de la comparación, la cual se podría omitir, lo notable de este extracto es la forma de ver y vivir el vino. A pesar de este aparente amor por los pequeños placeres que brinda la vida, el 2 de julio de 1961 Hemingway perdió la vida por un disparo en su cabeza en circunstancias no esclarecidas, ya que aún no se sabe si se trató de un accidente o un suicidio. Por ello, un adelantado y humilde homenaje.

Espero les haya gustado, me pareció interesante bucear en este vasto mar que se halla bajo la superficie del vino y sus alrededores. Además, para no atosigar contínuamente con maridajes, creo que está bueno, para quienes leen y para mí mechar pequeñas joyitas que se encuentran por allí. Nos veremos en pocos días, y muchas gracias a quienes con sus palabras de aliento, me invitan a seguir con esto.



En caso que a alguien le interese conseguir el libro al que hice referencia, es decir Muerte en la Tarde, se puede descargar de forma gratuita y legal en formato PDF aquí.

miércoles, 9 de junio de 2010

SEGUNDO MARIDAJE

"El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 6:30 de la mañana". Así comienza una obra emblemática de la literatura latinoamericana. Gabriel García Márquez, con su prosa inconfundible presenta de esa forma Crónica de una muerte anunciada. La novela se desarrolla con un sin fin de elipsis temporales que no hacen otra cosa que mostrarnos que cuando el destino es uno, por más obstáculos que se le pongan en el camino, la muerte rigurosa llegará a su destino. Los sabores literarios se repiten una y otra vez, haciéndonos recordar lo que sentimos hace pocos instantes, hace pocas páginas. Una misteriosa historia de amor, una decidida y sangrienta búsqueda de recuperar el honor manchado por una hermana que quiso ser libre. Un pueblo casi tan culpable de un crimen como sus propios autores.

Bayardo San Román, un millonario forastero llegado hace poco a la ciudad, decide casarse con Ángela Vicario, pero la noche de bodas "devuelve" la novia por darse cuenta de que no era virgen. Es allí cuando Pedro y Pablo Vicario deciden matar a Santiago Nasar, luego que Ángela lo señalara como el autor de su primera vez. Según varios testimonios que se dan a lo largo de la obra, escrita justamente como una crónica, los gemelos hicieron todo lo posible para que alguien impidiera su venganza.

Es una historia de amor, desamor y amor nuevamente. Ángela Vicario se casó sin estar enamorada habiendo amado a alguien más, luego, con el correr del tiempo y ya sin él, se enamoró de San Román, buscándolo hasta el cansancio. Tal vez si hubiera hecho alguna de las trampas recomendadas por sus amigas para engañar a su reciente marido, podría haber sido felizmente la mujer de Bayardo San Román.

Es un atrevimiento hablar de méritos que pueda tener García Márquez, pero para no dejarlos pasar diré que es uno de los pocos libros capaces de atraparnos sabiendo su final desde el primer párrafo. Pero entonces podrá surgir una duda, ¿por qué continuamos ahondando en la lectura de algo cuyo desenlace conocemos?

Al igual que en el caso de un libro de Gabriel García Márquez (o cualquier autor con un estilo marcado), hay determinadas bodegas de las que ya tenemos una determinada opinión que permiten saber con qué nos vamos a enfrentar. Algunas veces nos sorprenden gratamente, otras de forma negativa y a veces nos dan exactamente lo que estábamos buscando.

En el caso del Tannat RPF 2006 de Pisano encontramos un muy buen exponente de nuestra cepa estrella con algunas sorpresas más que agradables. Pisano es una gran bodega uruguaya acostumbrada a realizar muy buenos vinos, y éste no es una excepción. Es un vino que seguimos degustando incluso luego de tomarlo, por una suave astringencia propia de sus taninos aterciopelados por el paso del tiempo. Su color oscuro e intenso es parecido, al menos en mi mente a "las ciénagas cubiertas de anémonas moradas" que se podían observar desde la casa del viudo de Xius, lugar donde San Román sufriera su mayor desilusión. Su aroma es complejo, como el de todos los tannat, pero se siente la presencia de la madera y algún aroma frutal difícil de reconocer (ciruelas maduras según la nota de cata).

Su sabor es persistente, con un gran y duradero final de boca. Queda en el recuerdo como las veces que como lectores quisimos evitar la muerte de Santiago Nasar, como el digno dolor que sintió y sobrellevó San Román, como las declaraciones de aquellos que realmente quisieron hacer algo para evitarlo, pero el destino no se los permitió. Como el obispo que se va por el río sin siquiera haber puesto pie en el puerto, como el libro que se termina con casi tantas preguntas como al principio. Como no saber si Santiago Nasar fue víctima no sólo del homicidio sino también de una mentira.

Se siente la madera en la boca, llevándonos al muelle del pueblo, o tal vez a las mesas de la tienda de Clotilde Armenta, frente a la casa de Santiago Nasar, donde quizás, con un vino de por medio, hubieran podido los gemelos Vicario pedirle explicaciones y evitar así un crimen. Pero al evitarlo, hubieran impedido la realización de Crónica de una muerte anunciada.

"El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 6:30 de la mañana". Él estaba destinado a morir, para la conciencia de la familia Vicario, para la culpa de muchos, para alivio de pocos, para generar esta historia y ahora, para ser parte de esto.

lunes, 7 de junio de 2010

CUARTO INTERMEDIO

Mientras termino de redondear el segundo maridaje que será publicado en breve, creí conveniente ofrecer un glosario con diferentes términos que se utilizan a la hora de describir las propiedades de un vino.

Decidí realizar una selección, dejando los términos más comúnes, pero si alguien está interesado en profundizar puede buscar la fuente aquí.

ABOCADO: Vino moderadamente dulce.

ÁCIDO: Vino en el que predomina el sabor ácido debido a los ácidos naturales procedentes de la uva o de la fermentación.

AFRUTADO: Se dice de un vino que tiene aromas de frutas (melocotón, albaricoque, plátano, grosella, frambuesa, fresa, cereza, ciruela, moras, etc).

AMARGO: Se aprecia en la parte posterior de la lengua y no debe confundirse con el sabor del tanino.

AMPLIO: Un vino completo, lleno, abundante en matices.

AÑEJO: Vino criado en barricas o en botellas, al menos durante tres años.

APAGADO: Vino ligeramente turbio y escaso de sabor.

ÁSPERO: Astrigente, rudo, que se agarra a la lengua.

ASTRINGENCIA: Sensación que provoca una contracción en las papilas y se engancha al paladar, debido a los taninos del vino, que va moderándose con la crianza.

ASTRIGENTE: Con exceso de taninos.

ATAQUE: Es la primera impresión sensorial que el vino produce en el paladar.

ATERCIOPELADO: Suave, de tacto agradable y sedoso, sobre todo en los vinos tintos.

BARRICA: Envase de madera que se utiliza para criar los vinos.

BLEND: Mezcla de algunas variedades para formar un vino. Cuando son dos variedades se denomina bi-varietal.

BOUQUET : Palabra de origen francés, que se utiliza para designar el conjunto de las sensaciones olfativas que ofrece un vino.

BREVE: Con sabor de corta duración, sin persistencia.

BRUT: Vino espumoso muy seco.

CARÁCTER: Conjunto de características de ciertos vinos que lo convierten en inconfundible. Elogio del vino.

CAVA: Nave subterránea de crianza. Vino espumoso español de gran calidad, elaborado por el método "Champenoise", haciendo su segunda fermentación en la misma botella que llega al consumidor.

CEPA: Planta, tipo de uva.

COMPLEJO: Vino rico en matices sensoriales, bien armonizado y elaborado, procedente de una variedad que exhibe un bouquet completo y expresivo.

CORONA: Figura que forman las burbujas de un buen vino espumoso o cava en la copa al llegar a la superficie.

CORTO: De sensaciones fugaces y débil sabor

CRIANZA: Envejecimiento controlado de un vino, en barrica, en bota o en botella. La crianza implica un moderado aporte de oxígeno que facilita la evolución del vino, así como la presencia de la madera y sus perfumados aromas de especias. La crianza del vino en botella es importante para conseguir su redondez.

CUERPO: Untuosidad, carnosidad, materia y estructura del vino.

DECANTACIÓN: Traspasar un vino añejo de la botella a otro recipiente para "airearlo".

DULCE: Con alto porcentaje de azúcar, procedente de uvas muy maduras y soleadas.

DURO: De fuerte acidez no compensada por un alto grado de porcentaje alcohólico

ELEGANTE: Cualidad del vino distinguido, con linaje de variedad noble, armonioso en el color y el aroma, equilibrado en el gusto, con bouquet y la justa crianza.

EQUILIBRADO: Cualidad de un vino redondo, que muestra armonía entre todos sus componentes.

ESTABLE: Vino que mantiene sus cualidades y caracteres sin cambios negativos.

ESTRUCTURA: Constitución corpórea del vino, en la que deben conjugarse todos sus componentes: acidez, alcohol, taninos, densidad etc.

EVOLUCIONADO: Vino que ha sufrido modificaciones con el paso del tiempo.

EXTRAÑO: Carácter negativo de difícil identificación en un vino.

FINAL DE BOCA: Sensaciones últimas que se aprecian al degustar un vino.

FRAGANCIA: Aroma de gran intensidad y muy persistente.

FRESCO: Vino blanco o rosado que muestra armonía entre alcohol y acidez. Puede aplicarse al clarete o al tinto joven.

FRUTAL: Cualidad aromática de los vinos. Presencia de aromas que recuerdan a la fruta (moras, frambuesa, plátano, piña, melocotón, etcétera).

FUERTE: Vino con caracteres de alcohol y cuerpo muy marcados.

GRAN RESERVA: Nombre que se concede a los vinos largamente criados en barrica de roble y botella. Aunque varía, según las zonas, debe de tener una crianza de más de tres años.

HERBÁCEOS: Olor y sabor de ciertos vinos que recuerdan a materias vegetales del orujo, sobre todo al raspón verde.

HOLLEJO: Piel de la uva.

IDEAL: Esquema teórico de un vino perfecto. Este vino no existe, pero cualquier elaboración será tanto más apreciada cuanto más se aproxime a él.

IMPUREZA: Sustancia ajena al vino.

INCORRECTO: Vino con defectos o anormalidades de pequeña intensidad.

INSÍPIDO: Falto de sabores. Llano. Soso.

INTENSIDAD: Esquema para medir la cantidad de color, aroma o sabor de un vino.

JOVEN: Vino sin crianza en el que se han buscado las cualidades afrutadas y más frescas.

LICOROSO: Vino generalmente dulce. Obtenido a partir de variedades de uva adecuadas con adición de alcohol.

LÍMPIDO: Superlativo de limpio, transparente.

LIMPIO: Vino de aspecto transparente, sin materias sólidas en suspensión, bien presentado. Aplicado a la fase olfativa y gustativa define a un vino con sensaciones positivas nítidas y sin defectos aunque muchas veces se aplica a vinos sin olores extraños.

MACERACION: Inmersión, más o menos prolongada, de los hollejos en el mosto que fermenta.

MADERA: aromas y sabores de los vinos que han estado en contacto con madera de crianza sana y preparada; componente del bouquet de los vinos de crianza en barricas.

MADERA NUEVA: intensa sensación a madera de los vinos que ha estado en contacto con envases de madera nueva sin preparar.

MADERA HÚMEDA: olor mohoso debido al contacto del vino con envases de madera viejos o en malas condiciones.

MADUREZ: Momento óptimo de la vendimia. Hay que diferenciar entre madurez industrial, que es cuando la cantidad de azúcar por unidad de superficie es máxima, y la madurez aromática, que corresponde a la mayor concentración de aromas primarios en la uva y se verifica de 5 a 7 días antes que la madurez industrial.

MADURO: Vino que ha desarrollado convenientemente su evolución en la botella.

MAGNUM: Botella que tiene el doble de contenido de una normal (75 cl).

MOSTO: Zumo de la uva sin fermentar.

NEUTRO: Vino de escasa acidez.

NOBLE: Vino elaborado a partir de variedades de uva preferentes y envejecido con esmero. Vino de calidad sometido a crianza durante al menos dos años.

NUEVO: Vino joven, de menos de un año.

ORUJOS: Residuo procedente de la prensada de las uvas. Después de obtenido el vino de prensa, los orujos pueden utilizarse como abono para destilarlos y elaborar el aguardiente de orujo.

OXIDACIÓN: Alteración que sufren los vinos al recibir un aporte de oxígeno. Afecta al color y al frescor de los vinos blancos. Los vinos tintos se oxigenan moderadamente durante los trasiegos de la crianza, pero un exceso de oxidación quiebra su color y sus cualidades.

OXIDADO: Vino alterado grave e irreversiblemente por la acción del oxígeno. Tales alteraciones afectan al color, aroma y comportamiento en la boca del vino.

PÁLIDO: Se aplica a los vinos blancos de baja intensidad cromática

PASADO: Vino que durante su almacenaje o durante su crianza ha superado el nivel idóneo de conservación, encontrándose en una fase de pérdida de atributos que desembocará en la decrepitud.

PASIFICACIÓN: Olores que recuerdan a los de las uvas pasas desarrollados en vinos elaborados con uvas demasiado maduras.

PASTOSO: Se suele aplicar a algunos vinos blancos y cavas demasiado densos en la boca, generalmente desequilibrado en favor de un alto contenido de azúcar.

PERFUME: Conjunto de los aromas de un vino puesto de manifiesto en la cata.

PERSISTENCIA: Duración de las sensaciones que el vino produce en la nariz y en el paladar.

PERSONALIDAD: Conjunto de cualidades distintivas de un vino o de alguna de sus fases organolépticas. Sinónimo de carácter.

PICADO: Vino con evidentes síntomas de avinagramiento.

PIMIENTA: Aroma que aparece en algunos vinos de crianza.

PIMIENTO: Componente aromático primario de algunas variedades de uva, como la tinta Cabernet-Sauvignon.

PLÁTANO: Aroma secundario de muchos vinos jóvenes actuales.

POSGUSTO (O RETROGUSTO): Aroma y sabor que permanece en la garganta y en la vía retronasal después de tragar el vino.

RECIO: Vino bien constituido pero con mucho cuerpo.

REDONDO: Vino equilibrado, que muestra armonía entre todos sus componentes: pigmento, aromas primarios y secundarios, color, sabor y olor característico.

RESERVA: Mención que distingue a los vinos de larga crianza (diferente a "reservado", que en el caso de los vinos chilenos, refiere a vinos de baja calidad).

RETROGUSTO: Es el conjunto de sensaciones que deja el vino después de saborearlo.

RETRONASAL: Aromas percibidos cuando el vino se encuentra en la boca o después de ser tragado. Se deben a la impresión en el sentido del olfato de moléculas volátiles del vino que alcanzan el centro olfativo a través del conducto nasofaríngeo.

RIBETE: Se nombra así al borde del vino en la copa, donde la tonalidad se aclara. Se denomina a veces menisco, contorno, etc.

ROBLE: Olor y sabor derivado de la crianza en barrica de roble aromático, que debe estar en perfecta armonía con la redondez del vino. A veces estas sensaciones se presentan en grado excesivo por tratarse de madera nueva (sin envinar) y/o por prolongada permanencia en ella. La diferencia básica entre el Roble Francés y el Roble Americano es que el primero le otorga al vino sus características de forma más gradual que el segundo.

ROBUSTO: Vino de alta graduación natural y bien dotado de cuerpo.

SABOR: Cada una de las cuatro apreciaciones percibidas por el sentido del gusto. Sabor dulce: apreciable en la punta de la lengua. Sabor ácido: apreciable en los laterales de la lengua. Sabor salado: apreciable en la zona anterior de la lengua. Sabor amargo: apreciable en la parte más profunda de la lengua.

SECO: Vino que ha realizado plenamente su fermentación, transformando todo el azúcar en alcohol. Cualidad gustativa de los vinos.

SUAVE: Vino agradable de beber por no producir ninguna acción agresiva en su paso por la boca.

SUTIL: Sensación delicada y de calidad

TABACO: Evocación apreciable en los aromas de algunos grandes vinos de crianza.

TANICO: Vino astringente por exceso de taninos

TANINO: Sustancia orgánica de sabor astringente, contenido en los hollejos y pepitas de la uva. También la madera de roble aporta, durante la crianza, los taninos propios de su corteza vegetal.

VAINILLA: Aroma especiado aportado por el roble nuevo durante la crianza.


VARIETAL: Vino elaborado a partir de una sola variedad de uva.

VENDIMIA: Recolección de los racimos de uva.

VERDOR: Sensación de vino inmaduro, que aún no ha evolucionado hasta armonizar su acidez.



En breve estaremos nuevamente juntos compartiendo una combinación que espero sea del agrado de todos.

Hasta la próxima.


miércoles, 2 de junio de 2010

PRIMER MARIDAJE

Durante varios días pensé en cuál sería el primer post, la primera combinación. Quise empezar con algo grande, como Onetti o incluso con Shakespeare, para maridarlo con un buen vino, con una complejidad que nos exigiera como consumidores, salir impresionando de primera. Sin embargo, me convencí que lo ideal sería comenzar de a poco, primero que nada por mí, para entrar en calor antes de empezar con grandes desafíos, y además por aquellos que sean lo suficientemente piernas de seguir este blog, por si se animan a probar algo de lo que escriba.

Por eso comenzaré con un best seller liviano acompañado de un vino fresco, agradable y sencillo de tomar.

El libro al que me refiero es la novela de Dan Brown "El Código Da Vinci" (del cual comentaré lo necesario, ya que muchos lo hemos leído). Más allá de los postulados literarios de cada uno, de creer o no que es una obra "comercial", es innegable que se trata de una novela entretenida, interesante, fácil de leer y sobre todo uno de esos libros que nos pide que sigamos. En sus páginas encontramos la receta perfecta de un éxito. Hay conspiraciones, sociedades secretas, interpretación de obras de arte famosas, dudas acerca de la Biblia, críticas a la Iglesia, misterios, códigos, un personaje interesante, un policía que se transforma a lo largo de la novela, un villano insospechado, homicidios, encubrimientos, fanatismo religioso. En definitiva, todo lo que un best seller no puede, no debe dejar de tener.

El vino que acompañaría bien este libro es el New Age (Bodegas Valentín Bianchi). Es un frizzante blanco argentino hecho a base de Malvasia y Sauvingnon Blanc que debe disfrutarse frío. Es muy suave, con tonos frutados tanto en nariz como en boca y una leve efervescencia que lo hace ideal para tomar en una noche tranqui con amigos, en pareja e incluso en un pub o discoteca. Sus más de 30 gramos de azúcar lo hacen dulce y sumamente agradable. Es el tipo de vino en que un sorbo nos pide otro. Su precio y rubro pueden parecer propios de un vino poco interesante, sin embargo, si bien no cuenta con la complejidad de otros, su humilde sencillez lo hacen digno de respeto. El color es amarillo claro, presagio de su frescura. Su aroma según los entendidos refiere a flores y frutos como la pera. Sin ir más lejos, la propia página web de la bodega dice que "La copa de New Age es una refrescante macedonia de frutos maduros y flores multicolores que nos recuerdan una mañana primaveral en la campiña". Resulta muy difícil decirlo mejor.

Es una interesante opción para acercarse al mundo del vino, como también El Código Da Vinci es una opción válida para empezar a leer algo.

Hay varios puntos en común entre las opciones que elegí. Para comenzar, grandes amantes del vino o de la literatura las considerarán como herejías, pero ambas cumplen perfectamente con sus propósitos. Son ideales para la primavera y el verano (estación que cada día extrañamos más). Ambos son difíciles de dejar de lado, tomar un sorbo de New Age o leer sólo un capítulo de El Código Da Vinci y resistir la tentación de seguir sería propio de una persona con un autocontrol envidiable (en lo personal, llegué a leer varios capítulos del libro en un día, y con respecto al New Age...).

Ambas opciones tienen un sin fin de sorpresas. El New Age en boca se comporta de forma espectacular, dejándose descubrir de a poco y sin esfuerzo, hallando en cada sorbo algo nuevo. Posee también una de las presentaciones de vinos más interesantes que he visto, pero no por el frente de su etiqueta en sí. Invito a aquellos que lo prueben que miren más allá de lo que se ve para descubrir otro punto en común con El Código Da Vinci, el arte. Las sorpresas dentro del libro y los ingredientes que nombré antes son justamente parte del encanto de esta novela. A aquellos que no la hayan leído, recomiendo dejar de lado sus rebeldías y atreverse a ver.

Las dos selecciones invitan a investigar, en el caso del libro muchos hemos entrado en discusiones o investigaciones acerca del Opus Dei, la Masonería, los Templarios, etc. Incluso nació aquí una moda de novelas plagadas de conspiraciones religiosas. Con respecto al vino, permite tomar la energía y valentía suficiente para lanzarnos a una opción algo más compleja, sería bueno que en este caso también se pusiera de moda, o al menos se le diera mayor importancia y nacieran más opciones nacionales de esta categoría.
Espero que les haya gustado, en unos días seguiremos leyendo y disfrutando de algún vino para poder seguir compartiendo esta aventura y realizar más combinaciones.

Cualquier sugerencia será más que bienvenida.
Muchas gracias.


P.D.: Existe en Argentina un New Age Bloody, hecho a base de Malbec y Merlot. Ojalá no pase mucho antes que se pueda disfrutar en esta margen del Río Uruguay.