
Cientos de almuerzos, charlas y brindis por la vida, hasta en los momentos más oscuros, compartimos con Mirta, quien siempre tenía la palabra de aliento justa y necesaria, para cambiar el rumbo de ese día, de esa vida, de nuestra vida. En su agenda tenia a mi familia bajo un rótulo que debería ser más utilizado: “amigos incondicionales”. Sus historias, anécdotas y recuerdos deberían tener el lugar que merecen, y sin duda en algún momento lo tendrán.
El libro que hoy usaré, fue un regalo mío hacia ella, que luego de terminar de leerlo me lo prestó, y nunca se lo pude devolver. Además, el autor fue su amigo personal, y su nombre e historia estuvieron muchas veces en la mesa, alejándonos del mito y acercándonos al hombre. Se trata de Alfredo Zitarrosa, probablemente la mejor voz que hayamos tenido junto a la de Carlos Gardel. Pero además, gran poeta, escritor y sobreviviente. Se trata (nunca mejor elegido el nombre), de “Sonríe muerte”, publicación de editorial Planeta donde se transcribe un manuscrito dejado por Zitarrosa en 1962, pero nunca publicado hasta hace su primera edición en agosto de 2011. Los textos están expuestos de la forma en que estaban escritos por Zitarrosa. Es un libro de gran profundidad y oscuridad, escrito por un alma que iba penando por su historia, su presente y su futuro.
El vino que lo acompañe será uno igual de oscuro, pero también de brillante. Una ambigüedad requerida para acompañar a Alfredo Zitarrosa, ya sea en su prosa o en su música. También representativo de lo que somos como pueblo sobreviviente. Se trata del Tannat Viejo2009 de Vinos Finos H. Stagnari. Tal vez no sea el vino ideal para esta época donde el cuerpo pide algo más fresco, pero es el vino ideal para este maridaje.
Este vino es una máquina de ganar premios a nivel internacional, siendo el vino uruguayo más premiado. De igual forma, Alfredo Zitarrosa, no el cantante, sino el escritor, ganó varios premios por sus obras, incluso antes de su debut en la faceta que todos le conocemos.
Al llegar a la copa lo notamos con un color rojo oscuro, profundo. Se nos presenta con sus mejores galas, a la espera de nuestra complicidad. De igual forma comienza Sonríe Muerte, dejando en claro desde su primera página a lo que nos enfrentamos, al trabajo del corazón de un hombre herido.
Alguien tendrá algún día
mi vida en torno a sí girando
el puño cerrado sobre mí
mi recuerdo en su grande nostalgia.
Algún día seré por fin ligero
y vendrán aires, sin embargo,
y nada en mí se moverá.
Tanto el vino que elegimos, como el libro y cualquier otra empresa que deseamos tenga éxito, debe provenir de la fe. Pero no necesariamente una fe religiosa, como Alfredo la tenía y lo demuestra en sus “Diálogos con mi señor”, sino en el camino elegido. La gente de Stagnari así lo entendió también y consiguió, con mucho esfuerzo, un gran representante de nuestra cepa insignia.
Sin lugar a dudas que para ambos elementos del maridaje de hoy necesitamos un estado del alma muy particular para comprenderlos cabalmente, y hasta un conocimiento previo. Al prestarme el libro, Mirta me dijo “es muy oscuro, es él”. Tal vez sea muy difícil llegar a esa idea al no conocer al hombre, salvo por las historias recibidas.
En boca se despliega con gran sabor y con taninos presentes pero que no incomodan. Su acidez es la justa y necesaria para hacerlo un vino a disfrutar paso a paso, sin apuro. El libro es igual, cada hoja nos deja ver una pena distinta, pero jamás una queja. Una pena interna, una introspección sincera expresada en “Del Pensar”(IV):
Vuelvo a pensar en mí.
Cumplo mi paso, en mí pensando
una vez más.
Y dentro de mí, pensar
no es solo acaso pensar,
sino que acabo de entrar en tal habitación
de caminar por calles húmedas,
y sigo en mí.
El Tannat Viejo 2009 es muy intenso en sus aromas, con notas dulces como las tenían tanto el autor del libro como a quien va dedicado el post de hoy. Una anécdota prueba de la dulzura de Zitarrosa, es que su tema "Dulce Juanita" está dedicada a una canarita de él, que murió, y tanto le dolió, que jamás pudo cantar esa canción en vivo.
Se trata de un vino para tomar acompañado y de frente a la vida. No con personas que aunque estén parecen distantes.
Silencio era silencio
en tu entorno
y yo en él entrando,
mientras tú navegabas
llevando siempre en torno a tí
ese halo inmóvil.
(Del Pensar, IX)
Hay decenas de mitos sobre Alfredo Zitarrosa y ahora una realidad. Se ha reunido con una gran amiga.
“Sonríe muerte. Mírame.
Mírame sonreír.”
Sonríe muerte, que en tu mesa te acompaña alguien que vale la pena escuchar y que se ríe de vos, se ríe con vos.
Salud gorda, por la vida.
Hasta siempre.
Pato, sin lugar a dudas tu mejor publicación! no por lo escrito sino por lo sentido que es. Concuerdo totalmente con lo que sentis con respecto a una grande, a una mujer maravillosa de corazón y con un sentido de la vida como pocas.
ResponderEliminarBrindo como a ella le gustaba ! salud por la vida!!! levanto mi copa con este Tannat Viejo 2009.- Gorda, te espera Zitarrosa y un angelito más, vos sabes quien es..!
Salud gorda. Si hay algo que se puede decir es que vivió, gracias por dejarte conocer.....por siempre un beso enorme.
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