martes, 5 de octubre de 2010

MARIDAJE PSICOLÓGICO

Después de varios días sin estar por aquí, y un mes de setiembre con sólo dos maridajes comienza octubre con calor y ganas de tener mucho más para beber, leer y probar.

Por fin el clima da tregua y se puede disfrutar de los días y por qué no, de salir a leer a un parque o a la rambla. El clima pide lectura más veraniega y el paladar vinos más suaves, frescos y en la medida de lo posible, que se tomen fríos.

Entonces haremos el tercer maridaje consecutivo con un vino blanco. Un maridaje casi veraniego. Un maridaje entre dos elementos que permiten ser tomados y leídos fácilmente y de forma muy disfrutable.

El vino al que me refiero es el Sauvignon Blanc 2009 Don Próspero de Pizzorno y el libro que lo acompañará es El Psicoanalista de John Katzenbach. Si bien en el primer post hablé de este autor con el misterio y fuerza de un Cabernet, creo que es aplicable a un vino fresco y sorprendente como el elegido.

Desde ya y como siempre la recomendación de cualquiera de ambos elementos del maridaje de hoy. El libro es un muy buen exponente de trhirller psicológico desarrollado por este autor. Luego de leer algunos libros de él (en lo personal ya pasé la media docena) y varios más del género, se encuentra un estilo marcado y único en este autor, con este título como su mejor obra. Con el vino elegido pasa algo similar. Uno va probando varios Sauvignon Blanc (considerada por algunos como la reina de las blancas) presentes el mercado uruguayo, pero el de Pizzorno se destaca año tras año y termina siendo sinónimo de la cepa.

Para quien no leyó el libro, se trata de un psicoanalista de cincuenta y tres años que recibe una carta el día anterior a sus vacaciones anuales explicando que si no descubre quién lo amenaza en quince días, deberá elegir entre quitarse la vida u observar cómo sus parientes son asesinados uno por uno. El mismo sobre contiene una lista detallada de más de cincuenta parientes.

Para quien no bebió el Sauvignon Blanc Don Próspero de Pizzorno, el mismo se trata de un corte que proviene de seleccionar uvas de dos parcelas diferentes con distintos grados de maduración. Tiene un profundo aroma cítrico y una acidez que lo convierte, una vez que llega a la temperatura adecuada, en una fresca y seca bebida refrescante.

Las relaciones entre ambos van más allá de la frescura y ese pedido implícito en cada página y cada sorbo de seguir un poco más. Las hojas corren rápidamente mientras se descubren secretos y se hacen conjeturas acerca de qué pasará a continuación. La boca y la nariz se sienten agradecidas luego de percibir el contenido de la copa, y tratan de descubrir diferentes misterios de este vino, como cuál o cuáles son los cítricos que aparecen en la nariz, o qué otra cosa aparece en ese aroma.

Las conjeturas que se harán son más sencillas de que se acerquen a la realidad en el caso del vino. En el libro es imposible saber desde un comienzo que el autor de la carta es………

El color que describe la nota de cata es de piel de limón. Es muy claro y transparente, al contrario de las intenciones de RUMPLESTILTSKIN, quien firmó la carta, más que una amenaza de muerte, un pedido casi innegable de suicidio.

Los recuerdos escondidos del pasado comenzaron a armarse en el complejo puzzle de la memoria de Ricky Starks (El Psicoanalista) con el objetivo de tratar de vencer a su enemigo. La carta aclaraba que era parte de su historia, que le había arruinado la vida de y que por eso decidió esta venganza. Un asesinato común sería muy simple, ya que la rutina del doctor era fácilmente previsible. De igual manera, es muy fácil pararse en la postura de ser contrario a los vinos blancos, sin embargo, al igual que cualquier otro, merecen una oportunidad, la cual no será desperdiciada por este Sauvignon Blanc.

De a poco se presentan aristas del argumento que acercan y al mismo tiempo distraen del asesino. Personajes que sarcásticamente dan pistas inconclusas. En el vino se encuentra si se presta atención frutos como el melón, que parece querer distraer del pomelo, también presente en ese complejo pero fresco sabor.

El primer personaje que aparece con el objetivo de ayudar y no hacerlo al mismo tiempo es una mujer relacionada con el autor de la carta. En el proceso de desconcertar al doctor Starks, se desnuda dejando ver su firme figura y hermosa piel. Una piel suave como la de los duraznos que aparecen en la boca luego de que el vino pasa por allí dejando un halo de incertidumbre.

Si todo esto no hubiera pasado, el doctor Starks hubiera disfrutado de su casa de verano, viendo un atardecer frente al océano acompañado de una buena copa de Sauvignon Blanc. El mismo océano que otorgaría sus frutos para un maridaje alimenticio en este caso. El mismo océano que tenemos cerca para disfrutar, meditar y compartir.

El final se va acercando, algunas cosas se vienen aclarando pero seguimos (nosotros y el protagonista) sin saber quién es el asesino, aunque sí la razón de su venganza. El final pasa rápido y persiste en la memoria y la reflexión, al igual que el sabor del Sauvignon Blanc Don Próspero de Pizzorno, que permanece gentilmente en el final de la boca, provocando una pequeña sensación de sed que podrá ser rápidamente evacuada con otro sorbo de este gran vino.

Tratar de entender es lo único que salvará la vida de Ricky Starks. Es un desafío planteado por un digno y enfermo oponente, que cree que es un juego. Afortunadamente descubrir las diferentes aristas que componen un vino no es tan drástico. El oponente debe ser uno mismo y sin lugar a dudas ha de ser un juego, el cual se gana al descubrir lo mismo que un experto.



















Foto tomada de una nota perteneciente a www.bodegasdeluruguay.com.

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